Cichorium intybus
Conocida, también, como: Amargón, Husillo, Radicha
La achicoria es una de las plantas más beneficiosas, ya que a sus extraordinarias propiedades medicinales se une la de proporcionar un agradable sustitutivo del café. En los tiempos de escasez, a falta del costoso café, se utilizaba esta humilde planta, tenida en no mucha estima, quizá por ser tan abundante y barata.
Hábitat: Muy común en los bordes de los caminos, ribazos y terrenos secos. Propia de las zonas templadas de Europa y América.
Descripción: planta herbácea y vivaz de la familia de las compuestas, de tallos rectos, que suele alcanzar de 50 a 60 cm de altura. Las flores son de un bello color azul, y sus pétalos acaban en cinco finas puntas; se cierran por la noche, o cuando hace mal tiempo. Toda las partes de la planta, incluso su látex, tienen sabor amargo.
Partes utilizadas: las hojas tiernas y la raíz.
Propiedades e indicaciones: conocida desde tiempos de los egipcios, y aplicada por sus faraones, esta planta fue calificada por el insigne Galeno de «amiga del hígado». Tanto las raíces como las hojas contienen inulina y levulosa, glúcidos que favorecen las funciones del hígado. Pero la mayor parte de sus propiedades medicinales se deben a los principios amargos que contiene, los cuales actúan estimulando todos los procesos digestivos.
En el estómago actúa como eupéptica, aumentando la secreción de jugos gástricos. De ahí que para las digestiones pesadas resulte más eficaz una tisana de achicoria después de comer que una cucharadita de bicarbonato. Además, tomada antes de las comidas, es un poderoso aperitivo, que abre el apetito de niños y adultos.
En el hígado favorece la secreción de bilis (acción colerética), necesaria para la digestión de las grasas. Además, activa la circulación portal y descongestiona el hígado.
En el intestino, activa sus movimientos (acción laxante). Una taza de achicoria en ayunas por la mañana, ayuda a vencer la pereza intestinal y el estreñimiento. También ofrece una cierta acción vermífuga que ayuda a expulsar los gusanos intestinales.
Por tanto las indicaciones de la achicoria son: inapetencia, atonía gástrica, digestiones pesadas, dispepsia biliar debida a un deficiente funcionamiento de la vesícula biliar, con- gestión hepática, hipertensión portal, estreñimiento, parásitos intestinales. La achicoria posee asimismo un suave efecto diurético y depurativo, por lo que resulta indicada en casos de gota y artritismo
Usos: se puede tomar en ensalada las hojas crudas cortadas antes de la floración, que tienen un agradable sabor amargo. Con ellas se pueden preparar atractivas ensaladas silvestres que abren un apetito feroz, en las que pueden incluirse diente de león y ajo, aliñándolas con limón y aceite de oliva. Los que deseen una acción mas drástica, pueden tomar el jugo fresco de las hojas, que se obtiene prensándolas sobre un paño, o bien con la licuadora. Es muy amargo, pero no hay inapetencia que se le resista. Para la falta de apetito se recomienda tomar medio vaso antes de cada comida. En infusión de hojas y raíz frescas o secas, a razón de 30 grs. por litro de agua. Se toman de 2 a 3 tazas diarias; como aperitivo, antes de las comidas; como digestivo, después. Esta tisana hay que endulzarla lo menos posible, con el fin de obtener el mayor beneficio de su estimulante sabor amargo.
La raíz de la achicoria, que se arranca en otoño, secada, tostada y triturada, sirve para preparar el ”café de achicoria”. Se puede mezclar con malta de cebada, lo que le confiere un sabor todavía más agradable.
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